viernes, 30 de abril de 2010

En tierra hostil (la peli)

Cuando en la entrega de los Óscars, esta peli de bajo presupuesto le dio un baño épico a Avatar, me alegré como una cerdita. No por nada, sino por mi habitual tendencia a ponerme del lado de los más débiles. Además, James Cameron tiene ya demasiadas estatuillas para tan poca chica, y Avatar, a pesar de que me pareció visualmente espectacular, no creí ni por un minuto que mereciera más Óscars que los referidos a efectos especiales y sus derivados.

Cuando "En tierra hostil" ganó, me autopropulsé hasta el cine para verla, pensando que los Óscars por fin se convertían en algo justo y digno.

Meeeeeeeeeeeeeeeeec. Error.

"En tierra hostil" es una película de bajo presupuesto, eso es cierto, básicamente porque está rodada en un descampado.
¿Entretenida? Pues sí. Pero ya está.

¿Por qué le han dado el Óscar? Pues ha sido, en mi opinión, una decisión a todas luces política. La peli se basa en el día a día de una tropa de artificieros que desactivan bombas en Irak. Que hay que ver que son malos los irakíes y suicidas y abyectos, eh? Son malísimos, vamos. Y qué buenos y valientes que son los soldados estadounidenses y la de calamidades que han de pasar, los pobres.

Básicamente es una peli para inyectar adrenalina y ganas de seguir a los que allí están dándolo todo y matando malos, una visión vergonzosamente subjetiva y alarmantemente bélica, odio acumulado bajo unos rostros nobles y actos de amistad y patriotismo.

La muestra de un ejército donde sólo hay gente cualificada, profesional, y además un protagonista al que alaban porque a pesar de tener un hijo pequeño, lo da todo a la hora de desactivar bombas, como si nada más importara. Como si el hecho de no pensar en su hijo por el bien de su país fuese loable. Un héroe, un imprudente simpático y gracioso, un auténtico as en lo que hace. Y lo que olvidan plasmar; un hijo de puta, egoísta y zumbado.

¿Sabéis qué? Que para eso, hubiera preferido que se lo hubiera llevado la yankilada de Avatar, que al menos tenía un claro mensaje pacifista.

miércoles, 28 de abril de 2010

Crónicas del Multiverso


Si habéis leído bien, la suerte no me ha acompañado demasiado con los dos últimos libros. Tampoco es que haya sido un fustigamiento de lector por alguna promesa. En algún momento mi mala suerte o mi empeño en llegar hasta el final de libros que no me gustan  ha de acabar. El problema es que dudo que será antes.

Crónicas del Multiverso es un libro que pedí a la facultad de informática. Además es de un autor español. Y de ciencia ficción. Teniendo en cuenta que este país se toma a los autores patrios de este genero tan en serio como a los dibujantes de viñetas, dejarlo a medias me hubiese parecido algo muy feo. Pero mal vamos cuando os aseguro que las 250 primeras páginas han pesado como mil.
No es un mal libro. No voy a disparar a ciegas contra una apuesta tan arriesgada como esta. Premio Minotauro 2010, algún que otro libro a sus espaldas. Víctor Conde no es un novato.
50.000 planetas forman una pequeña burbuja de microcosmos en el espacio. Esta está separada del resto del universo por casi la longitud de seis galaxias puestas en fila de NADA. Y cuando digo nada es nada. En el espacio siempre hay cosas, aunque sea educación, buenos modos o mala leche. Aquí ni eso. El problema de este libro es que pasan muchas cosas. Y montones de ellas son poco interesantes. Hay como seis líneas argumentales que convergen en tres. Desgraciadamente mientras se presenta lo que sucede, al final descubres que has perdido el gancho. Pongamos ejemplos:

Lina es una pirata espacial y tiene un cargamento en la bodega que ni ella sabe lo que es. Genial.
Los Ur son una raza súper bestia y comunal que tiene un plan para salir del Multiverso. Pues vale.
Jan Delvian aparece en medio de otro universo. De puta madre. Lo mencionan al principio, y cuando vuelven a sacarlo en el libro ni te acuerdas de quién es.
Norte es un ermitaño que va descubriendo artefactos que contienen el sentido del todo. Y encima son como las Esfinges. Plantean retos. Ptché.
Jules y Zhinz son un humano y un marsupial que van a por una nave en la que ha muerto todo el mundo. Y no pasa nada. La remolcan por el río. Yeha!
Mel tiene una cosa en la cabeza que le habla que se llama Gill. Qué encima Gill es lo que le separa de la locura, y se la implantaron. Y  hace que queme gente por los ojos y haga cosas y… ¡Oh! Espera. Esta parte mola. Por eso es la historia que más desaprovechan. Hay que mantener el nivel.

Como he dicho, el principio es duro de digerir. Cuesta. Al final todo tiene sentido. Se hace más ameno, pero le falta ese “noseque” (toneladas de noseque). Se quedan muchas preguntas interesantes sin responder. Hay montones de cabos sueltos.

Espero que no sea porque esperan continuarlo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Historia del Rey Trasparente, por Rosa Montero



Una de las cosas que tienen los libros de papel por encima de los Ereaders (eso incluye al iPun de Bich) es la posibilidad de jugar a la Ruleta Rusa del préstamo bibliotecario. Y me dirán, ¿qué cojones es eso? Pues la macarrada de ir a la bibliotecaria, mirarla a los ojos, poner voz profunda y sin que te dé la risa (esta es la parte crítica del  proceso) enarbolar de forma digna estas palabras: - Y tú, ¿que libro me recomiendas?-

Ahora verán por qué es una Ruleta Rusa. Llevo jugando a esto nada más y nada menos que tres libros. Después de haber acabado este, he llegado a la conclusión de que la chica del bibliometro de Nuevos Ministerios* me odia o tiene en mucha estima mi aguante como lector.  Si después de haberme leído “La metamorfosis” pensé que estaba a salvo estaba equivocado. Estaba a mil putos kilómetros de estar a salvo.

EL Rey trasparente no es tan malo (Ja!). El planteamiento es original. Leona es una campesina francesa que para buscar a su amado Jacques se disfraza de caballero (original). Este ha sido reclutado por la fuerza por el señor de las tierras (original). Esta trama deja de importar en veinte páginas, para pasar a ser la historia de la evolución del personaje de Leona (original). Nyneve le acompaña, una mujer a la que rescata. Esta jura ser una bruja de la lejana Avalón (originalidad). Será nombrada caballero (original). Aprenderá a leer, y se verán retazos de lo que podrá llegar a ser el Renacimiento (inesperado). Todo ello topando con la Iglesia una y otra vez (Edad Media y con la Iglesia hemos topado, I cannot believe it).
No es muy fidedigna con el periodo histórico que describe, pero la autora explica que es ficción y se ha tomado unas cuentas licencias. Eso siempre lo solucionad todo.

Lo malo. A partir de las 200 páginas ya sabes como va a ser el resto. Y aún te quedan como otras 250 más. Se me ha hecho bastante pesado.


*(y si lee este blog diré : - No, no. Es coña. Qué libro más de puta madre. Ya si eso otro día me paso yo y cojo otro. ¿El día? Deja, deja, no te preocupes, cuando me venga bien. Buenas. Adiós)

lunes, 19 de abril de 2010

La metamorfosis, de Frank Kafka


Cada tiempo indeterminado me adentro en las simas de lo que denomino “Lectura de pesas mentales”. Hace tiempo, una amiga, decidió clasificar como literatura basura todo lo que leía. Cabreado por una valoración tan ignorante, decidí alternar grandes clásicos imprescindibles junto a mi lectura predilecta. Todo ello a modo de defensa de apreciaciones tan gratuitas.

Lectores, esta es la breve sinopsis de La metamorfosis de Kafka.

Vaya mierda.


Joder, que a gusto me he quedado

PD: Pensaba hacer una sinopsis mayor. Pensaba contrastar los grandes aciertos de esta obra junto a los puntos negativos que me han impedido apreciarla. Pero que cojones. No me ha gustado nada. Será la polla en verso, pero búsquense a alguien con unas gafas bien gordas que alterne palabras como “Kitsch”, “Ecléctico” y “Yo vi a la Casa Azul en concierto cuando aún no los conocía nadie” y fustíguense con un oloroso atún. Yo ya he hecho penitencia de lectura por lo que me queda de año.

martes, 13 de abril de 2010

La Luna Roja, Luis Leante


[…] después me estremecí al recordar una tradición bien conocida en Alemania, que dice que cada hombre tiene un doble, y que, cuando lo ve, la muerte está cerca.

Este libro trata de libros y de quienes los escriben. Trata del amor triste. Trata de cómo la felicidad da tanto miedo que sé es cobarde. Trata de tener y no apreciar. De perder por ello.

Emil Kemal es un brillante escritor y poeta turco. René Kunhheim, amigo y traductor de su obra al castellano, lo encuentra muerto en su domicilio. En el pecho del difunto hay un libro de cuentos, el único libro que escribió René, con una dedicatoria a la mujer de Emil, de la cual era amante.

René vuelve a Estambul, la ciudad de su infancia en busca de mucho más de lo que creía perdido. Se enfrenta a su pasado y al de Emil a través de los diarios del poeta. Los amores de la juventud de ambos aún son una pesada losa en el alma y corazón de los que aún están vivos. La escritura nace sólo de los que sufren.

El libro me ha gustado. La historia es buena. Los personajes también. He de decir que el final me sorprendió. No ha sido para nada algo que me esperase. Eso sí, que nadie espere algo sensiblero o edulcorado. Se ve que a la gente le gusta pasarlo putas. Que nadie diga que solo leo Scifi. Desgraciadamente el libro que toca mañana es La Metamorfosis, de Kafka. En fin. A destruir los clásicos. Ya os contaré.

miércoles, 7 de abril de 2010

Ciudad Abismo, de Alastair Reynolds


“Y bien” dirán algunos. Otro libro de ese tío tan raro cuyas portadas son casi iguales. Pues si. Efectivamente. Otro libro más. De hecho, el último que me quedaba de este señor en castellano. Si quiero martirizar a más gente con la genialidad de este autor sólo podría hacerlo vía Amazon, o vía mi inexistente ereader, comprando el sexto libro de la colección aún en inglés.
Y digo genial porque lo es. Porque le pido mucho a la ciencia ficción. Pido sorprenderme. Pido imaginar. Pido que su ciencia esté mucho más allá de lo que ahora imaginamos. Pido que me la pueda creer. Y lo más complicado: pido que haya una buena historia. La ciencia ficción es solo un contexto.
Alastair Renolds lo consigue de nuevo. Este libro es una buena novela Noir. Me recuerda a ese sabor de boca que me quedó con Brawne Lamia en Hyperion. Y el ritmo no baja en ningún momento.

Reconozco que empecé con miedo la novela. Ya es un mes de retraso a la biblioteca del Retiro, mes que se va a trasmutar en al menos otros dos sin poder coger libros. Leí por parte de otra gente que no estaba a la altura de los demás. Habrá que desmentirlo bien alto desde este rincón. Ciudad Abismo me ha gustado mucho.

Y que no se me asusten los demás colaboradores de “Ni gafas ni pasta”. El próximo libro que me toca es “La Luna Roja” de Luis Leante. Quizás relea Seda por el camino sólo para que la sinopsis sea mía.

sábado, 3 de abril de 2010

La Soledad de los Números Primos (Paolo Giordano)


Ésta es la primera novela de este escritor italiano, que además de guapo, es listo y maneja el lenguaje como si lo llevara practicando cien años, sin embargo este libro (premiado con el Strega 2008 y traducido a ventitrés idiomas) lo escribió con ventiséis. Ventiséis años. ¡Pero si mi hermana pequeña tiene esa edad! No se pueden escribir libros buenos con menos de cuarenta. Debería estar prohibido.

Es un libro intimista, muy personal, demasiado lleno de sentimientos dolorosos para mi gusto, pero tremendamente intenso y exquisitamente descrito.

Narra la relación de dos jóvenes, ambos marcados por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su infancia. Él más marcado que ella, sin duda. Pasan los años y mantienen sin saber cómo esa relación entre ambos, aunque me daba la impresión, ue cuando estaban juntos era cuando más solos se encontraban.

Triste, reflexivo, se aconseja leer cuando esté uno de muy buen humor y súper optimista. No leer con el SPM o tu mundo se vendrá abajo y llorarás mares.

En fin. No sé qué nota ponerle, porque éste es uno de esos libros que te hacen más o menos mella según el momento de tu vida en que te los leas.