Es posible saturarse de algunos tipos de literatura.
Estaba ya por mi quinto, o sexto, libro encadenado de ciencia ficción. Una voz dijo algo coherente: “Deja de leer a ese tipo interminable ya”. El tipo interminable es Alastair Reynolds. Pocas veces tantos libros de un mismo autor me han hecho tan feliz. La verdad es que para apreciar lo bueno que puede llegar a ser un género, has de salir un rato de él para echarlo de menos. Y eso hicé.
¡Esa Luz! es un libro que llevaba en mi estantería más de 6 años. Encontrado en un autobús, o en la basura (un día hablaré de muchos libros que he rescatado de esa forma), pasó a formar parte de mi colección de libros “que un día leeré”.
Antes de esta, he hecho un resumen de este libro con un bolígrafo en la boca. Esto ha provocado incontrolable risa a una persona que conducía un coche por autovia mientras oía dicha sinopsis. Para que digan que leer no es un deporte de riesgo.
Doscientas cincuenta páginas de guerra civil. Un libro ingerido en un día. Ha sido como leer una historia más de las contenidas en el Corazón Helado de Almudena Grandes. Básicamente, el año 36. Guerra Civil, una familia que se rompe al ir el marido a la redacción de su periódico en Madrid cuando los nacionales toman San Rafael y su casa en el proceso. Su mujer e hija parten a Zaragoza dónde la espera su hermana de derechas. Os podéis imaginar el resto. Aquí los dos bandos son igual de malos. El conflicto se analiza desde la gente que lo vive. Rencores familiares, envidias de grupúsculos derivadas de las fragilidades de la Segunda Republica, traiciones elementales de los que todos ya hemos oído. No es una época tan lejana. Por supuesto, el libro acaba mal. Si no, no sería un libro de la guerra civil.
El libro no es malo. Es ágil. Triste. Absolutamente prescindibles las partes en cursiva en las que los personajes hablan en primera persona recordando lo escrito justo el párrafo anterior. Rompe el ritmo de lectura y te saca del libro. Probé a saltarme en un capitulo las cursivas y mejoró mucho. Por supuesto, volví a leer todo después.
No ha estado mal. Pero tampoco va a ser un libro que recuerde como una experiencia fundamental.
viernes, 19 de febrero de 2010
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1 comentarios:
Sigo prefiriendo la ciencia-ficción, la verdad.
Hm, acabo de tener un deja-vu. Como si ya hubiese vivido antes este momento. Qué raro es el cerebro, oigan...
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