miércoles, 20 de enero de 2010

Tokio Blues, Haruki Murakami



Que los gafapastas se hayan "adueñado" de este autor, es tan desquiciante como que el padel se considerara de pijos sólo porque Aznar lo practicara.
Murakami es, como poco, uno de los escritorios contemporáneos que mejor sabe crear personajes inolvidables, a base de otorgarles frases geniales en sus diálogos, cavilaciones increíblemente bien reflexionadas y personalidades creíbles y entrañables.

Tokio Blues fue el primero que me leí y no pude dejar de anotar en una libreta partes de los diálogos mantenidos entre sus protagonistas. La mayoría divertidos, díscolos... otros profundos y sabios.

Es de los pocos libros que me han dado ganas de releer cuando pase un tiempo, porque no sólo te atrapa la historia, sino sus personajes. Acabarlo es como una despedida prematura de alguien a quien te gustaría seguir conociendo.

La historia está contada en primera persona por un hombre que, al oír una canción de los Beatles por la megafonía de un avión, sufre un angustioso flashback al pasado, lo que le hace querer escribir el porqué de esa angustia. Básicamente una triste historia de amor y desamor, nada típica, nada empalagosa... marcada por dos chicas (sucede cuando el hombre tiene veinte años); la que ama y la que consigue crear una estrecha relación de amistad con él, ya de por sí bastante solitario. Dos chicas diametralmente opuestas, dos caracteres diferentes que marcan al chico que veinte años después se monta en aquel avión.

Muy recomendable.

2 comentarios:

Entrari dijo...

Y yo sigo queriendomelo leer de nuevo. A ver si hago yo la sinopsis de Kafka en la orilla

B dijo...

No, no y no. Ahora si eso borro el comment, pero ya estáis cambiando el fondo por uno claro, que os azuzo al mono!!!

Malditos!!

Y soy un ser sin sentibilidad, el Murakami me parece un plomoooooooooooooooooo

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